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VOLVER SIN VIDA


¿Por qué no se calla ese puto pájaro,

esa bestia inmunda que abunda entre las ramas,

que alegra las riberas, y grácilmente canta

empañando mi tristeza y mi desesperanza?


¿Por qué no se secan todas estas flores,

estas asquerosas furcias olorosas,

que bailan trayendo colores al día y al viento,

y a mis ojos que te lloran, y a este sufrimiento?


¿Por qué no revienta este río entero,

que riega a los amantes, que sabe que me odias

pero ignora qué es el tiempo, e inunda sin cesar

este fracasar y cada sentimiento?


¿Por qué no se ahogan los jodidos árboles,

y esta horrible cosa llamada mariposa,

y mueren de una vez como las piedras,

como nosotros, como los besos, como el ahora?


¿Por qué no se suicida ya la primavera

con un verano en una mano y el amor en la otra,

y da paso a los meses de fuego y esperanza rota,

que quemen el olvido y el desconsuelo?


¿Por qué?

¿Por qué no todo puede ser un poco diferente?

¿Acaso un poco es demasiado?

 

 

                                                          Mayo 2024.


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SÁBADO   Fumando en el césped de Fuentenueva pensando en nuestra historia, en los días que faltan para ir a terapia, en escribir poemas, en Schopenhauer, y en la importancia de los pájaros, que dan pequeños saltos a mi alrededor, y me miran como si fuese un hombre limpio, como tú me miraste algún día.  

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RÍO LARGO   Hoy he de admitir que nuestro río nunca fue muy ancho, ni muy profundo, pero sí muy largo. Solía decirse que en él era muy difícil naufragar, pero yo, lo recuerdas, siempre fui capaz de casi cualquier cosa. Nuestro río no siempre fue un río turbio, un río amargo, un río seco, un río lleno de trastos rotos. Debes saberlo aunque digas que miento. Llegará un día en el que mirarás su cauce y verás pasar todo aquello.  

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HASTA QUE LOS PERROS ME ENSEÑARON A CAZAR   Disculpa que lo deje todo a medias, pero los perros han marcado un rastro y lo he seguido, y encontré un verso, y me he rendido, me he dicho: No puedo seguir más de esta manera, sin mí, sin ti, sin nada de todo aquello hermoso que hay, ni de todo aquello hermoso que fui . Disculpa que lo embarre todo a mi paso; No fue sencillo, tuve que adentrarme por los cauces de los barrancos y por arroyos turbios, tuve que escalar despeñaderos y arrastrarme entre zarzales, tuve que matar esqueletos y chatarra con mis propias manos, tuve que demoler pueblos con esta puta cabeza. No siempre fue agradable, demasiado a menudo careció de sentido, carecí de lluvia, de fe o de esperanza. Demasiado tiempo extraviado el instinto, demasiados kilómetros con las botas puestas, el viento en contra y el puñal por si acaso, para nada. Disculpa toda esta sangre en mi ropa, toda esta mueca de espanto, toda esta demencia: