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 NUESTRAS ISLAS

 

                                Gisel.


Aunque no lo parezca

he venido a quererte,

aunque ande torcido

y tenga los ojos cansados

de mi propia lluvia,

y un hondo

machetazo en el pecho.


Aunque no lo parezca

soy feliz a tu lado,

aunque fume demasiado,

y mi sonrisa a menudo

esté enterrada en zahorra

y sólo pueda blasfemar.


Aunque sea algo extraño

frecuentemente imagino

que tu niña y mi niño

coincidieron a veces,

sin llegar nunca a verse,

en los parques quizás,

o quizás en los puertos.


Aunque sea terrible

no nos conocimos antes,

porque ambos sabemos

que habitualmente las vidas

prescinden de orden, de lógica,

de besos, de justicia.

 

Aunque sea evidente

que aún caigo por el risco

como un guirre decrépito,

necesito que sepas

que siempre seré tu océano,

tu balsa, tu isla,

tu hermano, tu amigo,

tu amor,


y el perro más leal

de todos a cuantos

salvaste la vida

con tu pulcra

y hermosa existencia.

 

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