CANCIÓN DEL NIÑO TRISTE
Yo tenía un caballo llamado Atreyu.
Yo tenía una espada llamada Viernes.
Yo tenía un lobo llamado Amor
y una princesa de barro.
Yo tenía un castillo lleno de palabras.
Yo tenía drogas en el corazón.
Yo tenía un cofre que guardaba
todas las estrellas y algo de calor.
Yo tenía un cielo llamado Mar.
Yo tenía un águila llamada Ser.
Yo tenía un escudo de cartón
que protegía una flor llamada Azahar.
Y todo lo perdí, lo quemó un dragón
que surgió de debajo de mi piel
la noche del jueves aquel...
aquella noche infinitamente infernal.
Y ahora estoy aquí, sentado en un 33
lleno de personas llenas de tristeza,
pensando en que es un puto lunes,
en que me duele todo el cuerpo,
y en volver a abrazarla algún día.
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